4.9.07

CELEBRACIÓN DE ROSH HASHANÁ

CELEBRACIÓN DE ROSH HASHANÁ

Para el inicio del año hebreo hay dos criterios: según la Biblia, este mes (el de la salida de Egipto: Nisán, (por marzo-abril) os será principio de meses, el primero de los meses del año (Shemot Éxodo 12.2). Pero posteriormente la tradición judía ha establecido el comienzo del año en el mes hebreo de Tishrei (por septiembre-octubre), cuando se festeja el Año Nuevo Judío o Rosh Hashaná, por considerárselo el mes en que Dios creó el mundo. En este día, según la tradición, fue creado el primer hombre: Adam.

Rosh Hashaná
Rosh Hashaná es el inicio del año. En ese día, Adam, el primer hombre, y Eva, fueron creados. Aunque la creación se inició seis días antes de que Adán y Eva fuesen creados, el décimo día es sin embargo considerado el inicio del mundo, y se estableció Rosh Hashaná en esa fecha, ya que la humanidad es el centro del universo, para la que todo fue creado. Con su creación, el mundo entero fue concluido y el deseo de D-os en el mundo se realizó.
Se llama Rosh Hashaná, que literalmente significa “Cabeza del año”, y no meramente el inicio del año. Como se mencionó, las festividades son una repetición del evento original que tuvo lugar ese día. Al igual que en el inicio de la creación, D-os consideró la creación del mundo. Así también en cada Rosh Hashaná, D-os se relaciona con el mundo con vigor renovado, de una manera no antes establecida y que determina Su relación con el mundo para todo el año siguiente.
Al igual que una cabeza contiene la vida, y es el centro nervioso de todo el cuerpo que está controlado por el cerebro, así Rosh Hashaná contiene la vida y el sustento para todo el año. Éste es el significado del juicio en Rosh Hashaná, y es por eso que el espíritu de Rosh Hashaná, en la tradición judía, es de solemnidad. Dependiendo de como nos “volvamos” hacia D-os así es como Él decide en Rosh Hashaná relacionarse con nosotros, y consecuentemente sostenernos y bendecirnos con la satisfacción de todas nuestras necesidades.

Aceptación de la majestad de D-os

En el primer día de Rosh Hashaná, inmediatamente después de su creación, Adam reconoció y proclamó la Majestad y el Reinado de D-os sobre el Universo y le dijo a todas las criaturas: “Venid, vamos a venerar, a inclinarnos y a arrodillarnos ante D-os, nuestro Creador”.
Cada Rosh Hashaná renovamos nuestra aceptación y proclamación de la Majestad de D-os sobre todo el Universo, y sobre cada uno de nosotros en particular. De esta manera, al acudir a Él para que guíe nuestras vidas de acuerdo con Su voluntad, D-os acepta nuestras plegarias y está dispuesto a ser el Señor del Universo y darnos a todos un año dulce y bueno.
El Shofar
Se acostumbra hacer sonar el Shofar en la coronación de un Rey. De manera similar, en Rosh Hashaná "coronamos" a D-os, el rey del universo.Por este motivo hacemos sonar el Shofar.
El sonido del Shofar es para "despertar" la conciencia de la gente a fin de que se arrepienta y vuelva a D-os. Está escrito, "¿Se tocará el Shofar en la ciudad y no temblará el pueblo?" (Amós 3:6) Su mensaje, en las palabras de Maimónides, es: "Despertad vosotros los durmientes de vuestro sueño, y reflexionad sobre vuestras acciones; recordad a vuestro Creador y volved a Él en penitencia. No seáis de esos que se pierden las realidades persiguiendo sombras, y desperdician sus años buscando en vano cosas que no son productivas. Mirad bien vuestras almas y reflexionad sobre vuestros actos; rechazad los pensamientos y las acciones malignas, y volved a D-os para que Él tenga piedad de vosotros!"

Representa un grito simple y sin alteración de una persona que reconoce su "pobreza" espiritual y cuyos sentimientos no pueden ser expresados en palabras. El Tekia, un simple sonido directo representa un grito desde el fondo del corazón. Los Shevarim-Terua, - los sonidos interrumpidos son los gritos, los sollozos y los gemidos que van más allá hasta de los gritos. En ese contexto, también se le compara con un niño abandonado en un país distante, quien ha olvidado el idioma de su pueblo y de su padre, el Rey. A su regreso, y al encontrarse cara a cara con su padre, su único medio de comunicación es un simple grito que su padre reconoce y hace levantar al niño para que esté cerca suyo. De manera similar, cuando llega Rosh Hashaná, nos damos cuenta de que hemos perdido nuestro idioma común con Él. Así, desde el fondo de nuestras almas, gritamos "Padre, Padre," a lo que D-os responde y se vuelve hacia nosotros para darnos un año dulce y bueno.

Al recibirse la Torá en el Monte Sinai, se escucharon "los sonidos del Shofar". Hacemos sonar el Shofar como un recordatorio del espíritu de "Na'ase V'nishma” (haremos y escucharemos) - una aceptación más allá de cualquier pregunta o razón, en la que aceptamos la Torá. Es también un "recordatorio" para D-os de que fuimos los únicos dispuestos a aceptarlo a Él, Su Torá y sus Mitzvot.

El Shofar está hecho de un cuerno de carnero, para llevar ante D-os el "recuerdo" de nuestro antecesor Itzac, quien estaba listo para sacrificar su vida por D-os, pero fue intercambiado por un carnero. El Shofar representa entonces el cuerno del carnero de Itzac.

El Shofar es inclinado (y es mejor cuando lo es) para enseñarnos humildad y a "inclinar" nuestros corazones ante D-os.

El último toque es "Tekiah Gedolah - un gran toque de larga duración," simbolizando el Shofar que D-os hará sonar al agrupar a todo el pueblo judío proveniente de la Diáspora y de los exilios. Y como un pastor agrupando su rebaño, nos traerá juntos a nuestra Sagrada Tierra con la venida del Moshiaj pronto en nuestros días.

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